Te veo desde un cristal que no refleja ni es transparente, te veo desde una barrera, desde una fría pantalla que me recuerda el viejo televisor de mi infancia.
A veces no entiendo a que viene todo esto, esta manía que quedarse a altas horas de la noche esperando algo tuyo que me ilumine, pero no hay manera.
Y yo no me atrevo a hacer nada para siquiera despertar una sospecha, trato de ser silencioso y limpio, rehuyo tu mirada, acorto el saludo, aprieto el paso.
Un día te vas a ir y voy a descansar, dejaré de sentirme cazador y presa, simplemente amaneceré sin la esperanza y cada día será mejor, pero un tanto más triste.
Foto tomada de Vida Nutrida. |
En realidad vos jugás un ajedrez solitario, uno sin contrincante, aunque mirás la pantalla vos no ves nada. Pensá un poco en las idas y venidas de tus sentimientos, son todas igual, detrás de cada palpito está el mismo miedo y la rabia es idéntica.
En resumen acá sigo y estoy pensando en ti, quizás llorando, quizás es el viento el que llora conmigo, pensando en ese camino que no tomaré nunca contigo.
A vos te gusta el engaño, el lugar común, en realidad vos amás esta falacia de sombras y besos que no llegan siquiera al murmullo. Eres como la promesa de una navidad perfecta, una que nunca llega.
Foto tomada de Concrete Chess Tables |