En 1991, España y varios países del continente americano, empezaron la celebración de los 500 años de la llegada de Cristobal Colón. Uno de los mejores legados de esta polémica celebración fueron las muchas ediciones especiales que se publicaron en este período, algunas sólo vieron la luz durante ese año y no se han vuelto a reeditar, son pequeños tesoros casi desconocidos. Testimonio Compañía Editorial, de Madrid, publicó una edición facsímil del códice Trocortesiano, acompañado de un estudio de Manuel Ballesteros Gaibrois y Miguel Rivera Dorado. Según el sitio web Famsi, fueron producidas 980 copias para el mercado español, y 980 para el mercado internacional; dando un total de 1960 copias. También, la página de Famsi del códice Madrid muestra la lista de todas las ediciones facsimilares que han salido de él, siendo esta una de las últimas. En el sitio web de Testimonio Compañía Editorial la edición se muestra como disponible, a un precio de 2,756 €, casi 60 mil pesos mexicanos.
Fotografía del facsímil, del catalogo en línea de Testimonio Compañía Editorial |
Hace más de diez años encontré una carpeta con cuatro láminas del facsímil del códice Trocortesiano de Testimonio Compañía Editorial en una librería de viejo de la calle Donceles, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, estaba en una de esas vitrinas que resguardan su material más interesante; tuve la suerte que fuera durante un gran remate, que también aproveché para comprar la Enciclopedia México a Través de los Siglos; no recuerdo bien, pero creo que pagué unos dos mil pesos por las cuatro láminas del facsímil.
Un facsímil es una copia o reproducción casi idéntica de un documento, generalmente antiguo y de gran valor, como un libro, un manuscrito, un impreso, un mapa o un dibujo a mano alzada. Texto adaptado del artículo original en Wikipedia. |
Mientras estuve ahí tuve la oportunidad de revisar otros facsimilares de la misma editorial; en el facsímil de un códice medieval leí una breve introducción sobre su trabajo donde explicaban la manufactura de los facsímiles de códices, señalando alguna de las técnicas ópticas, con medios foto mecánicos, para obtener una réplica fiel del original, destacaban que los suyos eran auténticos facsímiles, mientras que la mayoría de las editoriales sólo se dedican a elaborar facsímiles fotográficos, e incluso a veces sin respetar el tamaño original de la obra, señalan que ellos imitan hasta el desgaste de las hojas e incluso el relieve que producen los pigmentos. Y es verdad, el facsímil del códice tiene gran detalle, y al tacto, se perciben todos estos realces.
Se le conoce como códice Trocortesiano a una parte del códice Madrid, ya que, durante la colonia, fue fragmentado, y cada parte tomó un camino, hasta que, con la formación de catálogos, se reconocieron los fragmentos dispersos y se le designó, finalmente, como códice Madrid. En lo sucesivo, cuando me refiera al códice Trocortesiano estaré hablando del fragmento del facsímil que tengo, pues ese es el titulo del documento; en cambio, cuando me refiera al códice Madrid, me estaré refiriendo al documento en general.
El códice Madrid fue elaborado en el Posclásico Tardío, contiene escenas adivinatorias en un contexto de ciclos calendáricos (tzolkín y haab) y direcciones del universo. Las imágenes representan rituales y actividades cotidianas como la agricultura, petición de lluvia, apicultura, caza, actividades bélicas, sacrificio humano y tejido. El contenido de algunos pasajes muestra similitudes con partes de pictografías procedentes del Centro de México. Texto adaptado del artículo original del sitio de la Revista Arqueología Mexicana. (ya no está disponible el contenido) |
No he encontrado fuentes que identifiquen que son realmente las cuatro láminas del facsímil que tengo, porque la camisa protectora no aporta información sobre el tema, sólo menciona características históricas del códice; no tiene colofón, pero sí una nota de Créditos, donde señala que se trata de una "Documentación gráfica de los facsímiles de Testimonio Compañía Editorial del Códice Trocortesiano".
Como ya lo mencioné arriba, según la información del sitio Famsi sólo se hicieron 1,960 copias, supongo que "Documentación gráfica" es un eufemismos para decir que estas sencillas carpetas sólo se hicieron para promocionar el facsímil completo, quizás ni siquiera para venta, sino como obsequios para personajes, universidades o bibliotecas.
Tal vez proceda de Yucatán, sin embargo, debido a la escasez de información, se plantea que el códice pudo haber sido obtenido del grupo maya-itzá asentado en una isla del lago de Petén, conocida como Flores. Aunque el análisis iconográfico revela que ciertos objetos representados en el códice indican una asociación no sólo con Yucatán sino con un área más amplia. Texto adaptado del artículo original del sitio de la Revista Arqueología Mexicana. (ya no está disponible el contenido) |
Supongo lo anterior, porque las láminas venían pegadas a la hoja de soporte, evitando que se pudiera apreciar bien el reverso, pero gracias a un connotado bibliotecologo y archivónomo, con amplios conocimiento y experiencia en la restauración de documentos, se pudo liberar las láminas del facsímil, despegó y retiró prácticamente todo el pegamento, sin dañar las laminas. Gracias a él es que puedo apreciar las láminas del Códice, en toda su gloria, y mostrarlas aquí.
Descargué la versión digital del Códice en la página de Famsi para poder encontrar las láminas que tengo, porque, como ya dije, la edición no da información precisa de las láminas que incluye. Lo primero fue identificar cada lámina con un sencillo análisis visual, y entonces descubrí que las cuatro láminas, forman dos pares de láminas consecutivas, siguiendo la numeración del archivo digital, tendría el par 26-27 (reversos 82-83) y el par 53-54 (reversos 109-110).
Éste es el más extenso de los códices mayas prehispánicos. Consta de 112 páginas (56 hojas pintadas en ambos lados) que miden 23.2 cm de altura por 12.2 cm de ancho (con ligeras variantes). El papel es de amate y originalmente se preparó como una larga tira que se doblaba como acordeón. Sobre las páginas se aplicó una capa de estuco muy fino como base, sobre la cual se pintaron jeroglíficos e imágenes. Texto adaptado del artículo original del sitio de la Revista Arqueología Mexicana. (ya no está disponible el contenido) |
La fotografía de documentos gráficos es una rama especial de la fotografía, tiene sus propias técnicas y herramientas necesarias; Canon de México, está realizando para el Museo Nacional de Antropología la digitalización de su acervo, en esta página se puede apreciar el inmenso trabajo que demanda. Originalmente yo había tomado las fotos recargando cada láminas por separado, contra un fondo blanco, pero varié mucho la exposición entre cada lámina y obtuve un resultado desigual. Pero luego que identifiqué los pares se me ocurrió hacer un soporte especial para cada lámina, lo realicé en papel cascarón, con varias capas en el marco para crear un soporte y evitar que las láminas se resbalaran hacia abajo.
Facsímil del códice Trocortesiano, láminas 26 y 27 |
Láminas originales del códice Madrid, descargadas de Famsi, láminas 26 y 27 |
Durante todos estos años tuve el códice, mucho tiempo estuvo pegado a las hojas de soporte, pero ya que fue liberado las observé algunas veces, pero nunca había advertido que tenía dos pares, y sin embargo, cuando lo descubrí todo fue muy claro, porque incluso el desgaste de las orillas de los láminas, así como el del interior, coinciden perfectamente, sobre todo en los bordes de las 53-54 (reversos 109-110), e incluso en las láminas 26-27 hasta empata perfectamente el dibujo de un ave al centro. Según las fotografías disponibles en la web el facsímil completo de Testimonio Compañía Editorial las láminas están unidas, como en el códice original, manteniendo la presentación en forma de biombo, en cambio, en mi 'documentación gráfica', no sólo venían separadas, sino pegadas a una hoja de soporte.
Facsímil del códice Trocortesiano, láminas 82 y 83 |
Láminas originales del códice Madrid, descargadas de Famsi, láminas 82 y 83 |
Siempre he sentido más afinidad con las culturas del centro de México, toda la tradición nahua, así como la historia oaxaqueña, y por alguna razón, aunque la admiro y me gusta, no siento la misma fascinación, la misma conexión, con la historia Maya. A principios de año tomé un curso en el Museo Nacional de Antropología, titulado El Impacto Teotihuacano en el Área Maya, impartido por la Dra. María Eugenia Gutiérrez González. En él descubrí que hay mucha gente que se ha vuelto epigrafista amateur, han aprendido a reconocer ciertos glifos y hasta pueden leer alguna línea. Por un momento pensé en hacer una descripción de mis láminas, pero mis nociones son tan básicas que sólo podría haber comentado la cantidad de personajes y glifos, y no quise parecer monótono.
Facsímil del códice Trocortesiano, láminas 53 y 54 |
Láminas originales del códice Madrid, descargadas de Famsi, láminas 53 y 54 |
Me gustaría poder exhibirlo enmarcado, pero no lo he hecho porque no quiero que solamente se pueda apreciar un lado; la otra opción es ponerlo entre dos hojas de vidrio, pero podría condensar humedad y con el tiempo las tintas podrían desprenderse y quedarse pegadas al vidrio. Por eso las hojas de vidrio tendría que tener una relieve interno rectangular para que las hojas no permanecieran presionadas, además debería contar con alguna respiración, y, claro, protección contra rayos ultravioletas, para que no se vaya perdiendo el color... suena caro, ¿verdad? Por eso no lo he hecho.
Facsímil del códice Trocortesiano, láminas 109 y 110 |
Láminas originales del códice Madrid, descargadas de Famsi, láminas 109 y 110 |
Desde hace muchos años tenía ganas de mostrar las láminas del facsímil en el blog, pero quería mostrar unas fotos decentes, pero como mencioné arriba, la fotografía de documentos requiere cierto expertise, que aunque no lo tengo, creo que mi experiencia con la fotografía ayudó bastante; aunque también debo reconocer que muchas veces le daba prioridad a las fotos de la colección de Transformers, empezaba las sesiones esperando darle un tiempo al facsímil, pero horas después de haber terminado advertía que otra vez había olvidado el facsímil...
Pero finalmente hace casi un mes empecé a confeccionar este post, inicié con una primera sesión fotográfica; luego avancé con en el análisis comparativo con el códice original para descubrir el orden de las cuatro láminas de mi facsímil; ya detectadas, decidí hacer una segunda sesión para mostrar las láminas en pares, así que diseñé y construí un soporte especial; luego siguió la selección definitiva del material fotográfico a publicar; además de seleccionar buscar fuentes bibliográficas sobre el códice Madrid y editarlas; ahí es cuando empecé a montar el post, según un guión gráfico; pero en este momento tenía tanta información que no sabía como darle el orden definitivo, por eso me concentré en redimensionar desde el html todas las imágenes del post para un mejor visionado; ahí es cuando pude terminar de redactar mis comentarios... fue casi un mes, no de trabajo continuo, pero sí constante.
PRIMER SEMANA MAYA
MI COLECCIÓN DE PIEZAS PREHISPÁNICAS
.