Sucedió en el transporte público de la Ciudad de México, un día entre semana, ya de noche. La fuente es absolutamente fidedigna.
Viajaba una niña, su madre y un amigo, pasaban el tiempo jugando a las adivinanzas. Como ya era algo tarde nadie más iba platicando y el volumen del radio del conductor era más bien intimista, por lo que todos podían oír claramente la plática de este grupo. Así iban escuchando a la niña, que sin las ataduras lógicas del pensamiento de un adulto, hacía preguntas sin sentido aparente, a saber.
-¿Qué es algo negro por fuera y verde por dentro y que puede atravesar las paredes?
Un aguacate fantasma.
¿Qué otra cosa podría haber sido? El amigo de la madre, decidió a su vez plantearle algunas preguntas.
-¿Qué es algo que es tuyo, tuyo, pero que todos usan?
La niña se quedó pensando y atrevió una respuesta.
-un árbol
-no, el árbol no es tuyo, no puede ser sólo tuyo
La niña meditó otro rato más y triunfalmente gritó
-¡mi mamá!
Nadie pudo evitar reírse en el transporte. Por cierto, ¿alguno de ustedes saben la respuesta correcta?