miércoles, 30 de septiembre de 2015

Tsuhicon, el regalo de cumpleaños 34

Este blog cambia cada año, ajustando su nombre y diseño al año que voy a cumplir, tampoco es algo muy complicado, se trata de un concepto muy sencillo, el tema de este año es "3.5d", por sino es evidente, es por lo treinta y cinco años que cumplí hace unos días, y la referencia son los viejos discos magnéticos de 3.5 pulgadas


El monito que ven acá es un regalo de cumpleaños, pero del año pasado. Se trata de una pieza artesanal de cartonería, de diseño propio pero inspirado indudablemente en las figuras de vinil, la pancita y piernas parecen homenajear a los Dunny; los cuernos de la cara están inspirados en el escudo Decepticon; está decorado con dos kanji, el de la luna (tsuki) y el sol (hi), por estas razones decidí nombrarlo Tsuhicon.

 

 

Le tengo un aprecio muy especial a esta figura por una sencilla razón: me lo regalaron mis pequeñas sobrinas, de menos de cinco años, por supuesto ella no lo hicieron en su totalidad, la mayor parte la hizo mi cuñado, pero fue idea de las niñas, además que ayudaron en el diseño y colaboraron directamente en la pintura, de hecho, los kanji los hizo una de ellas, a la que empecé enseñar nociones básicas de japonés desde hace tiempo.

Mi intención era mostrarlo hace un año... bueno, más vale tarde que nunca. ¡Muchas gracias!

jueves, 10 de septiembre de 2015

'El incidente', esa película que me angustió por semanas.

No se exactamente cuando, pero debió ser después del 94, cuando conocí las Histerietas, el suplemento de monos de La Jornada; varios autores marcaron esa primera juventud en diferentes niveles, uno de ellos fue el Maese Luis Fernando, de él recuerdo varias tiras, pero una en especial se me quedó grabada y perduró en la memoria por años; tiempo después el Maese haría un sitio web donde subió parte de su obra, lamentablemente ese sitio ya murió, pero logré encontrar esa tira, aquí esta:


Infinidad de veces, viajando en el Metro, recordaba esta tira, era una especie de pequeña obsesión; entonces miraba a la gente y pensaba cómo tendría que interactuar con ellas para sobrevivir, muy al estilo de La Autopista del Sur, de Córtazar.


En diciembre del año pasado fue el festival Masacre en Xoco, de la Cineteca Nacional, revisando el programa y leyendo las descripciones de las películas me quedé muy intrigado por El Incidente; decía algo así quedan atrapados en un loop sin posibilidad de escaparar, entonces supe que debía verla.


Yo no soy crítico de cine, ni tampoco me pondría al cuello la pomposa y gastada etiqueta de cinéfilo, esta no es una crítica tal cual, sólo quiero poner, muy brevemente  algunas ideas que me provocó El Incidente.

  • Estuve varias semanas pensando qué pasaría si aquí me quedara atrapado, qué pasaría si tuviera que vivir una eternidad con estas personas, qué pasaría si esta persona viene de fuera a provocar otro incidente...
  • El final de la película me dejó enojado... porque no me quedó muy claro el asunto, ¿es malo?, no, en realidad no. Estuve varios días comentado la película con mi esposa, retomando argumentos, perspectivas, citando detalles.
  • Le soy honesto, el cine nacional a veces no me cuadra, sobre todo por las actuaciones, no sé; pero con El Incidente estuve muy cómodo, es decir, no me estorbaron las actuaciones para la trama.
  • El Incidente es de esas películas que en algún momento te atrapan por la rareza del asunto, no es tema común, va in crescendo hasta llegar a la angustia, y al final; bueno, no se lo voy a echar a perder, pero es una orquesta rompiéndose, estallando.

Mire, le recomiendo la cinta, en serio, vaya a verla, lo va a poner a pensar, no en un plano puramente intelectual, sino más allá, metáfisico, emocional, no sé. Es un debraye rico, un buen viaje, de esas cintas que ya no se acostumbran.

Se estrena este fin de semana en varios cines, dele la oportunidad, le seguro que el boleto servirá para más de un viaje...



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