miércoles, 25 de noviembre de 2015

Come rico, come sano, come pescado empapelado

El Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca consigna un total de 56 especies, de las cuales, tres son de uso exclusivamente industrial, una de consumo humano indirecto, y las restantes 52 son para consumo humano; de esta gran variedad de pescados y mariscos, ¿cuántas han consumido?, por supuesto todos conocemos los camarones y mojarras, pero estamos perdiendo la oportunidad de probar una gran cantidad de opciones.

Variedad de peces en la Nueva Viga, CEDA, octubre 2015.

En el 4° Foro Económico de Acuacultura y Pesca, realizado en el 2014, el tema principal fue las tendencias mundiales de la comercialización de productos pesqueros y acuícolas, por lo que se abundó en la necesidad de acercar los productos del mar a la mesa de los mexicanos, sin embargo, amén de las virtudes alimenticias de los productos del mar y cuerpos de agua, la gente no se anima a consumirlos porque no sabe cómo prepararlos.

Yo los invito a ir a la Nueva Viga, en la Central de Abastos de la Ciudad de México, ahí es posible encontrar una amplísima variedad de productos del mar, siempre frescos y diferentes, dependiendo de la temporada del año. Anímese a comprar cualquier clase de pescado de tamaño medio, ahí mismo realizan la limpieza, les quitan escamas, aletas e intestinos. Yo les recomiendo el pargo, de sabor suave y carne generosa; o las truchas de mar, pequeñas y delgadas; o el cazón, que es un pequeño tiburón.

...o un atún de 35 kg

Para prepararlos rico y fácil, y no consumir demasiado aceite friéndolos, está el empapelado, que es sumamente fácil de elaborar, sólo basta poner el pescado sobre un pliego de papel aluminio, rociarlo con un chorrito de aceite (experimente, puede ser de aguacate, ajonjolí o uva), sal al gusto, algo de especias u hojas verdes, y un poco de verduras picadas como champiñones, cebolla, zanahorias e incluso calabacita, Envuelva todo y ponga sobre un comal, no necesita haberlo hecho antes, el olor le indicará cuando esté cocido, lo que sucede en menos de veinte minutos.

Pámpano empapelado preparado por mí

Por supuesto la receta funciona con cualquier pescado de talla media, pero si gusta conocer más opciones, en la página de la CONAPESCA están disponibles varios recetarios, e incluso en su canal de YouTube es posible ver la preparación.

¿Qué?, ¿se les hace raro que escriba de esto?... me encanta comer rico y cocinar, ¡pos estos!



miércoles, 30 de septiembre de 2015

Tsuhicon, el regalo de cumpleaños 34

Este blog cambia cada año, ajustando su nombre y diseño al año que voy a cumplir, tampoco es algo muy complicado, se trata de un concepto muy sencillo, el tema de este año es "3.5d", por sino es evidente, es por lo treinta y cinco años que cumplí hace unos días, y la referencia son los viejos discos magnéticos de 3.5 pulgadas


El monito que ven acá es un regalo de cumpleaños, pero del año pasado. Se trata de una pieza artesanal de cartonería, de diseño propio pero inspirado indudablemente en las figuras de vinil, la pancita y piernas parecen homenajear a los Dunny; los cuernos de la cara están inspirados en el escudo Decepticon; está decorado con dos kanji, el de la luna (tsuki) y el sol (hi), por estas razones decidí nombrarlo Tsuhicon.

 

 

Le tengo un aprecio muy especial a esta figura por una sencilla razón: me lo regalaron mis pequeñas sobrinas, de menos de cinco años, por supuesto ella no lo hicieron en su totalidad, la mayor parte la hizo mi cuñado, pero fue idea de las niñas, además que ayudaron en el diseño y colaboraron directamente en la pintura, de hecho, los kanji los hizo una de ellas, a la que empecé enseñar nociones básicas de japonés desde hace tiempo.

Mi intención era mostrarlo hace un año... bueno, más vale tarde que nunca. ¡Muchas gracias!

jueves, 10 de septiembre de 2015

'El incidente', esa película que me angustió por semanas.

No se exactamente cuando, pero debió ser después del 94, cuando conocí las Histerietas, el suplemento de monos de La Jornada; varios autores marcaron esa primera juventud en diferentes niveles, uno de ellos fue el Maese Luis Fernando, de él recuerdo varias tiras, pero una en especial se me quedó grabada y perduró en la memoria por años; tiempo después el Maese haría un sitio web donde subió parte de su obra, lamentablemente ese sitio ya murió, pero logré encontrar esa tira, aquí esta:


Infinidad de veces, viajando en el Metro, recordaba esta tira, era una especie de pequeña obsesión; entonces miraba a la gente y pensaba cómo tendría que interactuar con ellas para sobrevivir, muy al estilo de La Autopista del Sur, de Córtazar.


En diciembre del año pasado fue el festival Masacre en Xoco, de la Cineteca Nacional, revisando el programa y leyendo las descripciones de las películas me quedé muy intrigado por El Incidente; decía algo así quedan atrapados en un loop sin posibilidad de escaparar, entonces supe que debía verla.


Yo no soy crítico de cine, ni tampoco me pondría al cuello la pomposa y gastada etiqueta de cinéfilo, esta no es una crítica tal cual, sólo quiero poner, muy brevemente  algunas ideas que me provocó El Incidente.

  • Estuve varias semanas pensando qué pasaría si aquí me quedara atrapado, qué pasaría si tuviera que vivir una eternidad con estas personas, qué pasaría si esta persona viene de fuera a provocar otro incidente...
  • El final de la película me dejó enojado... porque no me quedó muy claro el asunto, ¿es malo?, no, en realidad no. Estuve varios días comentado la película con mi esposa, retomando argumentos, perspectivas, citando detalles.
  • Le soy honesto, el cine nacional a veces no me cuadra, sobre todo por las actuaciones, no sé; pero con El Incidente estuve muy cómodo, es decir, no me estorbaron las actuaciones para la trama.
  • El Incidente es de esas películas que en algún momento te atrapan por la rareza del asunto, no es tema común, va in crescendo hasta llegar a la angustia, y al final; bueno, no se lo voy a echar a perder, pero es una orquesta rompiéndose, estallando.

Mire, le recomiendo la cinta, en serio, vaya a verla, lo va a poner a pensar, no en un plano puramente intelectual, sino más allá, metáfisico, emocional, no sé. Es un debraye rico, un buen viaje, de esas cintas que ya no se acostumbran.

Se estrena este fin de semana en varios cines, dele la oportunidad, le seguro que el boleto servirá para más de un viaje...



viernes, 21 de agosto de 2015

Mi colección, de su padre, el Santos!

Las tiras de monos del periódico de los domingos todavía fueron un clásico en mi infancia, ignoro si hoy siguen saliendo, imagino que no, creo que los periódicos de ahora dan mayor preferencia a la tira política. El caso es que los primero monos del periódico los conocí en las páginas de El Universal, domingo a domingo llegaba a la casa; de esas tiras recuerdo sólo a Trucutú. Pasaron los años, en 1994, durante la secundaria, una maestra de español nos encargó comprar un periódico: La Jornada.


Abrí el periódico, y pensé, ¿tendrá monitos?, busqué entre las hojas y encontré las Histerietas. Una de ellas capturó mi atención: El Santos... Terminé de leerlo y mi mundo de muñecas había quedado destruido para siempre. Aquí imagínese la rola de Smoke on the water, de Deep Purple.


Luego de eso no pude dejar de leer las Histerietas, me hice fan de Terrora y Taboo, del Sex Mameluco, del Maese Luis Fernando, de Ahumada... poco después saldría el Santos de esa tira, luego regresaría, pero fue poco tiempo; más adelante, dejó de existir ese antro.

Todavía no era común el internet, así que no supe nada del Santos, ni de sus creadores, Jis y Trino, durante mucho tiempo. Aunque a veces salía un cartón de Jis en la revista de los domingos de La Jornada, se titulaba 'Paso sin ver', y era muy raro, yo todavía estaba chavo, pero me fascinaban, era como un momento Zen, dónde sólo podía pensar: 'sí, tiene razón, eso mero'.


Luego entré al CCH, en el plantel Sur, ahí conocí a un amigo, de esos que son para toda la vida. La sala de su casa era una azotea, acondicionada con techo, pero igual entraba el polvo y todos los libros se habían hecho viejos, o se habían mojado. Un día, mientras estaba tirado en el piso, divagando, encontré al Sanx, era la edición recopilatoria de La Jornada, el volumen 1, toda roto, desmadrado, y vieja. Como un objeto sagrado, prehispánico, tuve que buscar en toda la biblioteca de mi amigo para encontrar más tiras.



Años después, rolando en el Gandhi de Quevedo, coincidí con la presentación del volumen 3 del Santos, hasta iba a estar el Güiri Güiri, pero por ese tiempo yo anda bien bruja, así que ni ganas tuve de quedarme, para qué si no me iba a llevar mi librote del Santos. En el 2003 entré a trabajar a El Parnaso, esa librería que estaba en el centro de Coyoacán, en la esquina de Carrillo Puerto. Ahí descubrí la nueva colección de ediciones B.


Apenas llegaban a bodega, corría a abrir un tomo, me sentaba en el suelo, entre los pasillos de la librería, según acomodando libros, pero estaba leyendo; mis amigos sabían lo que estaba haciendo, porque se oía mi risa muy fuerte.

Híjole, perdón Trino, ¡pero soy más fan de Jis!

Y se acabó el Santos, estaría muy mamón decir que se me salió una lagrima, y no, no pasó, pero si sentí gacho de tener el volumen 10 de ediciones B, en mis manos. Otro tiempo después, vagando en las librerías, descubrí que los habían vuelto a reeditar, y además vi un tomo nuevo: el del Kamasutra.

Y se me escapó, no lo compré cuando lo vi y luego ya no lo encontré. Cuando se anunció la película del Santos, compré el libro de la película; en la premiere en el DF, me topé de frente a la Lynn, pero no me atreví a pedirle un autógrafo, por puto :P Por cierto, a mi sí me gustó la película, en el cine , todas las veces que fui, me callaron por mis risotas.

Hace unas semanas se soltó el chisme en las redes sociales: la caja con la colección del Sanx, de costar miles de pesos, estaba tan barata como una hamburguesa en restaurante. Un día, paseando en la Alameda, me acordé y me fui a asomar a El Sótano, alcancé una de las dos únicas que tenían, ya embodegada, sólo me costó 220 pesos.

Creo que todavía la pueden encontrar a ese precio, prácticamente está en todas las librerías, si usted no lo tiene, aproveche. Yo ya tenía toda mi colección del Sanx, pero una más no hace daño, no hace vicio, neta. Lo dejo cuando yo quiera, yo la controlo, neta...

viernes, 29 de mayo de 2015

Sección de pirámide de Quetzalcoatl, Teotihuacan, de All Diorama

Otra de mis aficiones, por no decir de mis amores, es la Arqueología Mexicana, y como buen junta monos, también me gusta coleccionar figuras, incluso tengo algunas piezas aparentemente auténticas, puros tepacalcates, no se asuste, no tengo en casa una cabeza olmeca.


Mi cultura favorita es la teotihuacana, la pintura mural de este sitio me encanta, así como también el estilo tablero-talud de la arquitectura del lugar; ya desde niño tenía algunas reproducciones simples de la pirámide del sol y la luna, al paso de los años quién sabe dónde fueron a quedar, por ahí andaran en algún rincón de la casa de mis padres.


La pieza que ahora les muestro es de reciente manufactura, como usted ve, es una sección de la pirámide de Quetzalcoatl; fue realizada por un grupo de modelistas que se llaman All Diorama. No mide más de 25 cm de largo, pero el detalle que tiene es bastante aceptable, y el decorado aunque pareciera simple, cumple perfectamente; la textura final es muy similar a lo que uno observa en la pirámide real, incluso pareciera tener algunos tonos verdosos.


Los chicos de All Diorama me cuenta que incluso les permitieron tomar algunas medidas de la reproducción que se encuentra dentro de la sala teotihuacana del Museo Nacional de Antropología en el Distrito Federal, por esto la proporción de la pieza se siente muy bien. Si usted está interesado en una similar la podrá encontrar en la tienda de dicho museo, o en la tienda de sitio de Teotihuacan, en el estado de México.


Por supuesto no es la primer reproducción que se hace de esta pirámide, pero no me dejará mentir, en las fotos se nota la excelente calidad de esta pieza. Yo la tengo para acompañar mi colección de la revista Arqueología Mexicana, lo malo es que me faltó tomar un foto de esto :P

Los chicos de All Diorama  también se dedican a vender otros productos... adivinó usted, implementos para armar un diorama. Por ahí tengo un par de cosas pendientes que quiero hacer para mis padres, espero terminarlas este año y luego mostrárselas.

jueves, 12 de febrero de 2015

Muebles de madera de juguete, de Tlacolula, Oaxaca y Tehuacan, Puebla.

México, en esta palabra pueden caber muchas cosas, imaginerías de todo tipo; una de las clásicas tiene que ver con su arte popular, con sus artesanías y juguetes. Hoy les quiero mostrar uno de estos, aunque se trata de algo relativamente común: pequeños muebles de madera, muñecos de trapo y miniaturas de enseres de cocina, en resumen, cosas de casa de muñeca.


Todo aquel que haya ido a un mercado, a un tianguis, alguna vez habrá visto pequeños muebles de madera; estos varían en calidad, los hay desde muy detallados y barnizados, hasta unos armados con simples grapas y aglomerado de madera. Yo tenía ganas desde hace tiempo de conseguir unos, mi idea es (era?) hacer una miniatura de una ofrenda de Día de Muertos; había visto unos muy bonitos que vendía un señor afuera del metro Tacubaya, pero nunca llevaba dinero cuando lo veía, y después de un tiempo no volví verlo.


En mi reciente viaje a Oaxaca, fui al mercado de Tlacolula; es un bello lugar, todavía original, auténtico, sin rendirse al teatro para el turista; en él venden prácticamente de todo, desde productos industriales, hasta auténticas artesanías hechas por los mismos vendedores. Ahí es donde encontré el juego de la mesa y las sillas que llevaba tiempo buscando; su manufactura es sencilla, pero atiende los detalles pertinentes, cabe señalar que no tiene clavos, está ensamblada a presión, como dicen que era la buena carpintería antigua.


Un par de semanas después, fui a la Central de Abastos a realizar las compras de la semana, ya de salida, encontramos a un señor, él venía de Tehuacan, Puebla, vendiendo pequeñas mesas plegables y muebles en miniatura; de inmediato me atrapó la cama (con sus cómodas) y la cajonera... aunque en realidad no las necesitaba para armar mi pequeña ofrenda de Día de Muertos, pero por el precio, la calidad y la atención a los detalles, decidí comprarlos y no me arrepiento en absoluto.


Apenas llegué a la casa monté la improvisada habitación, pero alguien tenía que habitarla, así que traje dos pequeños muñecos de trapo que trajo de sus viajes mi esposa. El rancherito, viene de San Juan del Río, Querétaro, mientras que la muñequita, aunque es muy típica y se le puede encontrar prácticamente en cualquier plaza del país, viene de Chiapa de Corzo, Chiapas. Los pequeños sartenes son de cobre, y vienen de un mercado de artesanías de Uruapan, Michoacán.

Ahora tengo en mi casa otra casa más chica, bueno, no tanto, apenas es una habitación, espero no hacer mucho más grande esto; por lo pronto, tengo desde hace tiempo muchas más ollas y enseres de cocina miniatura, lo malo es que no tengo donde ponerlas, ahora siento que me hace falta una buena cocina...

miércoles, 11 de febrero de 2015

Encaladas oaxaqueñas de Tamazulapan y San Antonio Acutla.

México, en esta palabra pueden caber muchas cosas, imaginerías de todo tipo, pero una de las clásicas tiene que ver con su comida, con la gama de sabores y colores; tan peculiares y cambiantes de una región a otra. Hoy les quiero mostrar una de estas particularidades, se trata de un dulce regional de Oaxaca, conocido como 'encaladas'.


Quizás el nombre se debe al aspecto blanco del dulce, al acabado similar a una pared cubierta de cal, sólo que en esta ocasión se trata de azúcar, muy refinada, muy blanca, y con un pequeño toque de azúcar de grano, pero pintado de rosa, sólo para darle color


La base es una especie de galleta, aunque peculiar, pues no deja de parecerse a una tlayuda más gruesa y tostada, su consistencia es rígida, pero dulce y de color crema. La cobertura de azúcar blanca es solida también, aún cuando en las fotos pareciera todavía estar líquida.



Su tamaño varía, pero me parece que originalmente rondaba los quince centímetros de diámetro. En la actualidad hay de varios tamaños, un tanto más grandes y unas más pequeñas, como galletas, de no más siete centímetros de diámetro.


Desde muy chico mi padre me platicó de ellas, pero yo las conocí, quizás hasta los ocho, nueve años, durante mi primer viaje a Oaxaca. Aquella vez las conseguimos en San Antonio Acutla; en ese entonces aún teníamos familiares cercanos ahí.



Ya de joven, he realizado más viajes a Oaxaca, quizás más de cuatro; en uno de ellos tuve la fortuna de encontrar encaladas en el Mercado Benito Juárez. Aunque tenían pocos paquetes compré para comer ahí y llevar a casa.



A comienzos de este año regresé a Oaxaca, el plan fue viajar de noche y bajarnos en Santiago Tejupan, de ahí tomaríamos un taxi a San Antonio Acutla, pero el conductor del camión no avisó cuando llegamos, así que nos dejó en la salida, junto a una gasolinería... !lo malo es que era de madrugada e íbamos con niños pequeños!


Por fortuna las camionetas taxi pasan desde muy temprano, así que en no menos de medía hora tomamos otro transporte, que en menos de veinte minutos nos dejó Tamazulapan del Progreso; esperamos ahí a que amaneciera, sentados a la orilla de la plaza central. Horas después pasamos al mercado y compramos encaladas, aunque originalmente las queríamos conseguir en San Antonio Acutla, pero el chico que las hace no las tenía listas porque se estaba preparando para la fiesta patronal.



San Antonio Acutla y Tamazulpan del Progreso pertenecen a la Mixteca Alta. El centro regional parece ser Tamazulpan, en cambio san Antonio Acutla es un municipio con muy poca actividad y población, pero, como sucede en las comunidades de Oaxaca la mayoría de los ausentes (como se dice a los que nacieron ahí, pero viven en otra parte) mantienen el contacto.


Ignoro sin en la Ciudad de México es posible encontrarlas, nunca las he visto en los locales de productos oaxaqueños, aunque tampoco he preguntado; tampoco sé si sólo las encuentras en los dos municipios señalados. Según lo que platicamos con el chico que las hace en San Antonio Acutla sí es posible que nos las enviara por paquetería, o con un familiar; yo temo un poco porque, como se imaginará usted, son frágiles para transportarlas, pero creo que valdría la pena hacer un intento...

México, visto como un torrente de colores y sabores, tiene, sin duda, en Oaxaca uno de los mas grandes afluentes que lo alimentan, no hay municipio, o localidad, de la que no brote la magia, dan fe de este hecho, las encaladas de San Antonio Acutla y Tamazulapan.


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