jueves, 21 de abril de 2016

Jueves Retro Blog: De la tristeza de las cosas

Este año mi blog cumple diez años, pero debo aclarar que no siempre se llamó A tres décadas, antes tuvo un par de nombres y su concepto fue un poco diferente, además de que hubo años completos en que apenas escribí tres post, o de plano, hubo un año en que no publiqué nada.


Apenas ayer descubrí que llegué a las doscientas entradas en mi blog, lo que daría un promedio de 20 entradas por año, aproximadamente una entrada y media por mes. Un número bastante bajo.


Hace no mucho cree la página de Facebook del blog más que nada porque a través de un fan page me da más opciones para compartir la liga del blog, luego pensé que sería buena idea retomar algunas viejas notas que me gustan y compartirlas, lo malo llagó cuando revisé esas notas y encontré pifias horrendas.


Entonces, se me ocurrió la dinámica que aquí presento, a partir de ahora, y hasta que se acabe el material que me gustaría compartir, haré los Jueves Retro Blog, la idea es presentar alguna nota vieja, con su debida corrección de estilo (sí así le puedo llamar a la pobre revisión que hago y que no deja de ser perfectible), sin cambiar el espíritu original de la nota, acaso agregando algún mínimo detalle y mejorando su presentación.

Y bueno, eso es todo, aquí vamos, espero sus comentarios en el post de allá, aquí estarán cerrados. Amigos, agárranse de donde puedan, y vámonos a septiembre de 1996; los invito a leer el tercer post que publiqué.



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miércoles, 20 de abril de 2016

Hace veinte años. Post #200!

Hace unos días estaba buscando material para el blog y me topé con una vieja foto; hice un rápido cálculo mental y la feché en 1996. La publiqué en mi Facebook y seguí buscando material para el blog. Pero antes de dormirme, mientras me lavaba los dientes, mi chinita me dijo, así, al paso -eso fue hace veinte años, y no pude evitar el viaje en el tiempo. Hice algunos cálculos mentales más y me di cuenta que eso fue hace más dos tercios de mi vida y que es el doble de lo que llevo de relación con mi china. Luego regresé a la computadora pero no pude escribir nada, en tanto, la publicación de Facebook se llenaba de comentarios y reacciones.


Arriba, a la izquierda, está un póster de Jurassic Park. La película tenía más de tres años de haber salido, y la aún así la dinomanía estaba en pleno auge, el póster que ven lo compré en aquellos puestos que se ponían afuera de las secundarias y primarias, llenos de todo tipo de ilustraciones, desde bandas de rock, carteles de películas, actores y reproducciones de pintura, con la era del jpg esos puestos pasarían a mejor vida. Abajo, a la izquierda, está un modelo de Stegosaurus, común en los mercados, tuve varios de esos, todavía los conservo, pero por falta de espacio duermen en una caja, esperando mejores tiempos.


Arriba, a la derecha, y arriba, al centro, están ilustraciones de Batman Forever, la película de 1995, y aunque es considerada la tercer parte del universo iniciado por Burton, en realidad se distancia bastante, tomando aires demasiado kitsch, que incluso generaron locas teorías de fans para explicar el comportamientos de ese Batman. Mi playera de Batman Azrael y Batman, leí la historia gracias a editorial VID, y la playera la compré en un bazar de Cabeza de Juárez, también tuve una enorme playera negra del sencillo Ratamahatta de la banda Sepultura.

Arriba a la derecha, debajo del batimóvil, está la tapa de la caja del primero modelo que armé. Mi padre me prometió que al final de mi atropellado ciclo escolar de la secundaria, me obsequiaría un porta aviones para armar, pero la promesa no se concretó, en cambió, me compre un avión... ignoro el modelo, sólo sé que era marca Lodela, e incluso me inscribí en el club Lodeda y recibí catálogos, insignia y demás papelería. Hasta ahora no he vuelto a armar otro modelo.

En medio, y abajo a la izquierda, están los pósters de X-Men. Empezaba el auge de los cómics en México, ¿el segundo, tercer auge? Fué la época de la primer Mole, de las grandes convenciones donse se vendían montones de fanzines, fotocopias y copias en VHS de las ovas de Dragon Ball. Los X-Men salieron en una editorial independiente, en formato flip book, y los primeros números regalaron esos pósters con el arte de Jim Lee, Ahí fue cuando me enamoré de Psylocke


En medio, está un sticker de Radioactivo noventa y ocho y medio. Para los chavos que ya no alcanzamos Rock 101, y sólo vimos morir a La Pantera, nuestra mejor opción fue Radioactivo, gracias a ella nos salvamos de convertirnos en fresillas coaperos que escuchaban W Radio, y en cambio entramos en el desmadre y la cábula. Radioactivo forjó radioescuchas y sembró mucho conocimiento; gracias a sus especiales de los domingos conocí a Pink Floyd, The Police, Rolling Stones, etc., en suma, gracias a ellos conocí a quién debí conocer. En estos años, mis predilecciones fueron Siouxsie and the Banshees y Dead can Dance, bien darks el asunto. Más abajo, y detrás de mí, hay en enorme póster también de Radioactivo; amé esta estación hasta que se la entregaron a Olallo Rubio y la mató.


También encontré esta foto, el dibujo que está detrás de mí lo realicé como trabajo final de un curso de dibujo que tomé en el CCH Sur con un iracundo maestro que tenía el mismo nombre que yo. Anécdota al paso: la primera vez que él nos invitó a tomarnos un break, creí que se refería a una bebida y me preocupé porque no llevaba dinero. Las tragedias de la juventud.

Todo el día de ayer pensé en esos veinte años, no haciendo un repaso, sino con una suerte de espacio, coma una cosa física, como un enorme puente tendido, como una obra hecha, viviendo por sí sola. Quizás en veinte años, recuperaré una foto de estos tiempos, y si el blog sobrevive, será interesante escribir de ellos.


Próximo post: !Hace treinta años¡ Bueno, no, no en realidad, sólo bromeo, y aproveché para mostrar la foto, ese soy yo, hace treinta años, a mis cinco años ya leía perfectamente.

No está de más decir que las fotos no son digitales, son escaneadas de fotos impresas. Tampoco está de más señalar lo obvio: ¡siempre he sido ñoño!

Ya para terminar, si gusta, lo invito a leer el Soundtrack de mi vida correspondientes a 1996, hay una rola de Dead Can dance y una mención más a Radioactivo, pase y lea dando click aquí.

UPDATE: Numeralia. Resulta que este el post #200 y yo ni enterado, pero cuando lo descubrí se me hizo bastante curioso, por una razón muy huera, siendo el post 200, hablando de lo que sucedió hace 20 años, y además este año el blog alcanza 10 años de vida. Sí, ya sé que no es nada, pero, no sé, me llamó la redondez de las cifras. Eso es todo, seguimos con la programación habitual.


viernes, 15 de abril de 2016

La mujer que me enseñó a hacer el amor sin que ella lo supiera, sin que ella me tocara, o me conociera

A finales de mi infancia, viendo el canal once, en uno de esos largos espacios que lo mismo podían durar un minuto, que varias horas, llamado simplemente intermedio, vi una historia animada: un fondo negro, con tres retablos que mostraban el interior de la casa de una rana, con una música lenta, melancólica, otras veces fugaz y alegre; en ese pequeño teatro se representaron las estaciones del año. Quedé hechizado por la música, algo muy dentro de mí se despertó, una nostalgia de algo que no había sucedido todavía. El corto terminó sin que pudiera saber quién era el autor.

Años después, en la adolescencia, en el taller literario del CCH Sur, alguien me recomendó los Conciertos de Brandenburgo; los descubrí en la casa de un amigo entre los discos de su madre. Era un disco compacto, de esos que todavía incluían un booklet, ahí leí sobre la obra de Johann Sebastian Bach y aprendí lo que era el contrapunto. Debo agregar que en mi secundaria tuve un excelente maestro de música, el flautín, y creo que en parte a sus enseñanzas quedé prendido a la música de Bach.

Página final del Arte de la Fuga, de J. S. Bach, BVW 1080

Para mí, una de los momentos cumbre del contrapunto de Bach, es el concierto de Brandenburgo n.º 5 en re mayor, BWV 1050, la primer parte, Allegro. Al escucharlo, en mi casa, solo en mi habitación, el éxtasis musical me llevó a mover las manos, como un director de orquesta. Por supuesto no sé nada técnico de música, lo que hacía sólo fue inspirado por la música de Bach, y, quizás, por ciertos ejercicios que mi maestro de música de la secundaria nos enseñó para señalar cuando un instrumento nuevo entraba a la orquesta.

Se recomienda la reproducción de la música para seguir leyendo

El clavecín, es un instrumento parecido al piano, pero un poco más agudo, mi mano derecha empezó a seguirlo, el brazo un poco de arriba a abajo, los dedos contrayéndose y relajándose, y la muñeca terminando de seguir el paso del contrapunto, el mismo movimiento, repetido con ligeras variaciones, ahora dando una tregua, alejándose y dejando a la orquesta tomar el concierto, y de pronto, insistente, por lo bajo, insistente, ayudando a las cuerdas, a los violines que progresan, que avanzan, que surcan, insisten, abren camino.

Luego todo comienza de nuevo, alegre; el clavecín haciendo florituras, luego desapareciendo, y regresando casi sin ser notado, el clavecín, preciosista, avanza mientras la flauta suave abre horizontes, y el violín empieza a insistir, y la flauta le acompaña. Casi sin darnos cuenta, el clavecín se va quedando solo, hasta que las flautas lo elevan, pero los violines toman el espacio, virtuoso nos habla, nos seduce. Otra vez el clavecín insiste, el violín parece regresar, con la flauta, retomando el tema, avanzando, avanzando hasta que el clavecín crece, crece, crece y se queda sólo, con pinceladas de violín y una flauta que apura.

Finalmente el clavecín queda sólo y se vuelca sobre si mismo, es una progresión, es una concha de mar, es la geometría de Dios, puntilloso amante que supera la respiración y la entrega, y cuando creemos que nos ha llevado al éxtasis, nos demuestra que está más allá del placer, del goce; amante que llega, que se despliega, universo de todo, y arde, arde, arde; es un cristal, un azogue. Nos lleva, no sé a dónde, y nos deja consumidos, nos enseña el verdadero virtuosismo, el alma, y cae, cae, de nuevo. Entra la orquesta de nuevo, recuperamos la realidad, la alegría del goce, la sonrisa de Prometeo cuando robó el fuego; pocos segundos después nos suelta y acaba todo, pero nosotros ya no somos los mismos.


No sé mucho de música, pero sé que las orquestas de música de cada país son diferentes, no es lo mismo la clásica Tocata y Fuga en re menor BWV 565 en manos de un alemán, un inglés o un japonés. He escuchado muchas versiones de los conciertos de Brandenburgo, pero siempre me quedé con la primera versión, de hecho, la obra de clavecín de Bach siempre la preferí interpretada por Cristtiane Jacottet.

Todo esto sucedió en la era antes de internet, nunca supe quién era Cristtiane Jacottet, y los pocos discos que conseguí con su interpretación eran esas ediciones baratas que se podían conseguir en las mesas de Gandhi o la librería del Metro Copilco (que ahora es un restaurante de comida corrida), y nunca hallé su trabajo en las elegantes ediciones de un Mixup o Tower Records.


Lo que es más curioso: siempre creí que era hombre, hasta que un día, no recuerdo ya porque, descubrí que era mujer, y entonces entendí todo. Esa mano, que aprendí a mover con la obra de Bach, interpretada por Cristtiane Jacottet, era la mano de una mujer; y esa mano, guío mi mano cuando toqué por primera vez, a una mujer; fue de un modo muy natural, cuando estuve ahí, la memoria de la música y la interpretación me guiaron, y mis caricias ejecutaron dentro de ella el corpus de clavecín de Bach, desde el sólo del concierto de Brandenburgo, hasta el Clave Bien Temperado, pasando por las variaciones Goldberg, y sin desatender las suites inglesa y francesa. Cristtiane Jacottet fue la mujer que me enseñó a tocar el interior de una mujer, a usar el contrapunto para llevarla al orgasmo, ella, sin saberlo, me había enseñado a hacer el amor.

Cristtiane Jacottet (1937-1999)

jueves, 14 de abril de 2016

Budismo para el transporte público.

He viajado en transporte público desde que tenía diez o nueve años, y desde los once lo hice completamente solo; han sido poco más de veinticinco años moviéndome en tren ligero, microbús, peseras, chimecos, Ruta Cien, taxi, RTP, combis, metrobús y metro, sobre todo en metro. He sido todo tipo de usuario del metro, de joven, viaje recargado en los tubos, junto a la puerta; dormí sentado en el suelo, en una esquina; también dormí recargado al fondo, colgando de la escalera de emergencia que está al fondo de los vagones; fingí estar dormido, o concentrado, para no ceder mi asiento; y, por supuesto, tuve al menos un qué me ves con algún usuario.

Foto propia.

También leí mucho, mucho en el metro, pasé horas viajando leyendo haikus, hasta llegar a comprender un par desde el japonés directo; alguna vez necesité leer una cantidad inmensa de fotocopias para un examen, el único lugar en que me pude concentrar, fue en los andenes del metro; también recorrí la Línea Cuatro dos veces, sólo por el placer de ver el paisaje y mirar a la gente; un día viajé con fiebre, y una señora anciana me levantó del asiento, me paré y seguí mis dolencias, recargado en cualquier lugar y ella lo notó pero no pasó nada.

Desde el paradero del metro Constitución de 1917, vista hacia la Sierra de
Santa Catarina. Foto propia.

Una vez en Tacubaya rocé apenas el hombro de un señor, un viejo dandy, hombre moreno, de nariz ancha, cuerpo macizo pero bajo, lentes negros, vestía un viejo traje gris, como judicial sacado del complot mongol; me miró y quería bronca, pero no se la di, no le devolví la mirada, pero tampoco hurté el cuerpo.

Avenida Ermita. Foto propia.

La frase '¿vas a bajar?' es una mutación pasivo-agresiva del '¿me da permiso, por favor?', un día no la toleré e ignoré a un tipo que la soltó detrás mío, en un vagón poco lleno, yo estando frente a la puerta, cerrando la mochila, claramente alistado mi descenso, y llegando a la estación me empujó, y no devolví la agresión, pero sí volteé y sujete su puño, y le dije, a voz en cuello, que su expresión verbal no era correcta.

Paradero del metro Constitución de 1917. Foto propia.

Hace años unos leí una nota sobre la muerte de un joven a manos de otro, en el estacionamiento de una plaza comercial con antros, la agresión se dio sólo porque se quedaron viendo, el joven asesinado sólo dijo ¿qué me ves? Indudablemente, la ciudad cambió en veinticinco años, se hizo más caliente, más bárbara. 

Foto: El Universal.

La semana pasada me encontré con una nota en El Universal, un hombre, especialista en marketing, empezó a usar una macana retráctil, luego de que su novia fuera agredida sexualmente. Palabras más, palabras menos, dice:
"Es para mi seguridad personal, nunca lo uso para agredir. Me muevo todo el día en Metro y Metrobús y entonces me he dado cuenta que la gente está muy estresada, si vez a alguien y que cree que lo miraste feo ya te quiere golpear, por cualquier cosa te quieren agredir, pero en cuanto ven que en un segundo sacas el bastón, de inmediato se echan para atrás y así termina el conflicto".
Entre las lecturas que realicé en esos veinticinco años de viaje están las relativas a mi estudio del budismo; no soy ningún iluminado, y a veces ni practicante me considero, pero algo he aprendido. El noble óctuple sendero se puede considera como la vía para llegar a la iluminación, son las enseñanzas fundamentales, digamos, las reglas básicas. Uno de los puntos es el Actuar Correcto. El Actuar Correcto es también el No Actuar.

Estación Chabacano, Línea 9. Foto propia.

A través de estos veinticinco años cambié como usuario, influenciado, sobre todo, por el noble óctuple sendero. Mantengo el pensamiento correcto para no llenarme de odio hacia mis semejantes y para darme cuenta que si viajo junto a la puerta interrumpo el tránsito de todos; mantengo la atención correcta para saber cuando sí puedo caminar rápido, cuando es prudente esperar o dejar pasar; mantengo el habla correcta para comunicarme clara y amablemente.

Insurgentes Sur desde el puente peatonal de Ciudad Universitaria. Foto propia.

Pero sobre todo mantengo el actuar correcto cuando alguien me empuja o busca bronca, ahí aplico el no actuar. Existe una popular historia del budismo que se resume en la pregunta ¿si te dan un regalo y tú no lo aceptas, a quién le pertenece? Eso hago con la violencia que me encuentro en la calle, simplemente no la acepto, no la alimento y regreso.

Interior de un vagón del metro, Línea 3. Foto propia

Pero no quiero caer en una falsa superioridad, hay que aprender a mirar con compasión. Ese hombre del bastón retráctil está herido y asustado, quizás yo también lo estaría si hubieran lastimado a la persona que amo. Hace unos días, una chica, al entrar al vagón, hizo un pequeño estrépito, se cruzó a empujones en medio de todos y soltó un codazo al aire que pasó a centímetros de mi nariz. Comprendí que llevaba prisa, igual que yo, igual que los millones de personas que nos movemos en las mañanas para llegar a trabajar.

Visto desde Rojo Gómez, plaza oriente. Foto propia.

Todos vamos al mismo lugar, a hacer lo necesario para mantener este mundo andando, deberíamos practicar la atención correcta, y descubrir que todos vamos en el mismo río, que, al menos entre nosotros, no debería haber violencia.



viernes, 8 de abril de 2016

Que feo estoy.

Que feo estoy, hasta yo mismo me asusto al mirarme en un espejo, estuve feo de chiquito y estoy feo ahora de viejo. Siempre quise tener una novia bien bonita, pero por fin lo que agarre fue tan solo otra feíta, pero que me dura la verdura cuando la carne está dura, ni modo.

Que feo es ser feo, anda uno por la vida con la cara al suelo, ni puede uno mirar a la cara a otro feo de lo feo que se siente saberse feo.


Feo, fuerte y formal, pues no, nomás lo feo; fuerte, pero de olor; formal, pues sólo la formal prisión que me quisieron dar una vez por feo.

Dicen que los hombres no somos vanidosos, pero hay que ver, mire, las mujeres sí suben fotos de su cara como avatar, en cambio, los hombres, o tienen monitos de caricatura, o un acercamiento a la barba, y los mameyes, de cuerpo completo, pero no la cara, si no son mensos.

Por ahí alguien investigó, y resulta que entre hombres nos vemos guapos, bueno, no, espéreme; es decir, los hombres nos menospreciamos, creemos que los otros hombres son menos feos que nosotros, por eso cuando otro feo se acerca a nuestra vieja, luego, luego nos paramos de pestañas.


Nuestra novia nos dice, hay, pero si no eres feo, mira, si hasta te pareces a Tom Cruice (a mi me dijeron una vez eso, de veras. Pobrecita, me quiso mucho). O hablando con las amigas, resulta que a ellas no les gustan los guapos, que prefieren un hombre con seguridad, con madurez, pero luego las ves compartiendo fotos de esas en Facebook, y pues ni como reclamarles, uno tan feo, ni modo que se queden con esto. Traidorsotas, pero nomás por eso, así les ha de ir.

Yo no creo que haya mujeres feas (nomás hay falta de sentido común y mucho mal gusto, pero es otro tema). Las mujeres se ven bien bonitas cuando ríen, cuando gozan, ¡pura sensualidad!, pero uno, ¿se han visto?, cuando encontramos a la vuelta de la esquina una mujer guapetona, ponemos cara de mensos, así todo pasmados, así cómo le vamos a hacer.

Por que eso sí, feo pero interesante. Porque eso de ser feo y bruto, no me sale. Mira, a mí no hay mujer que no me diga que no, lo malo es que me toma sus buenos años convencerlas, y apenas llevo tres. Y mira, para cerrar, yo le digo a mi muchacha: si hablan de mí en tú presencia, tú diles que soy tú feo, tú feo santo, porque eso sí, yo soy feo, pero soy un feo que sabe amar, con todo su corazón y quiere de verdad, y en una de esas, hasta me dejo llevar al altar.


martes, 5 de abril de 2016

El pepino de mar. Esperanzas, desdichas y un documental

En mi trabajo usamos estadísticas de pesca de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (CONAPESCA), concretamente, el anuario estadístico. Revisamos información mensual y por entidad. Realizando este análisis, descubrimos que el pepino de mar es una especie que, a pesar de no ser mucha su producción, destaca en el estado de Yucatán.

Esta especie ni siquiera se consume en México, prácticamente toda la producción es exportada casi en su totalidad hacia China. El pepino de mar es un equinodermo, en la misma línea que una estrella de mar, por su forma característica es solicitado en oriente pues se le atribuyen "poderes sexuales".

Foto: Foto Luis Boffill para La Jornada

En su momento empecé a buscar información sobre esta especie, para explicar las estadísticas, y al momento de redactar esta nota intenté recuperar un artículo que leí en ese entonces, pero no lo hallé. Describía lo difícil que es el proceso de captura, aunque en un sentido literal se trata de recolección, pues esta especie no tiene mucha movilidad, prácticamente su vida consiste en permanecer enterrado en el lecho marino. Por esta razón es complicado encontrarlo, tiene que descender un buzo, hacia aguas relativamente cenagosas, con muy poca visibilidad, algunas veces buscando al tacto. Una vez encontrado, hay que desenterrarlo.

Producción de pepino de mar, peso vivo, participación porcentual con respecto al total nacional
[click en la imagen para verla más grande]

Hace más de cinco años, la producción de pepino de mar se concentraba en las Baja California, pero la sobre explotación terminó con el asunto, en cambio Yucatán se posicionó como la principal entidad productora de pepino de mar, y con ello vino un fenómeno que afectó a los pescadores: la muerte por descompresión.

Principales especies para Yucatán según valor a precios corrientes
[click en la imagen para verla en grande]

Sin embargo, el pepino de mar no está entre las principales especies que produce Yucatán, prácticamente estaría entre un séptimo u octavo lugar, ¿cómo se explica entonces su importancia? Sin duda los números nos ayudan a tomar el mundo, explicarlo y transformarlo, pero a veces podemos quedar lejos de otras realidades.

La tonelada del pepino de mar vendida en el mercado negro asiático, se cotiza hasta en 10 mil dólares, según informes anónimos publicados en notas de La Jornada. La ganancia de los pescadores durante la caza de pepino de mar puede llegar a ser de hasta mil pesos diarios.

La producción de pepino se concentra en unas pocas comunidades costeras del estado de Yucatán, Las temporadas de captura son definidas por la CONAPESCA, y en promedio, duran apenas dos semanas. Debido a esto, la caza de pepino resulta un canto de sirena. Los pescadores usan pequeñas embarcaciones, con no más de cuatro pasajeros, sin equipo y con los pulmones trabajando al doble de su capacidad, además muchos son buzos improvisados, que vienen de otros municipios, e incluso de otros estados.

Pepino de mar. Foto propia, tomada de en el 4° Foro Económico de Pesca y Acuacultura 2014

La descompresión es una enfermedad que se produce básicamente por los cambios de presión por la inmersión a mucha profundidad, por mucho tiempo, y sin respetar las normas básicas del buceo. Para ser atendida es necesaria una cama hiperbárica, lamentablemente, en estas comunidades, no se cuenta con una, por lo que la muerte por descompresión es común.

Recuerdo haber leído una nota sobre un par de pescadores que se sumergió a media noche, sin supervisión, ni permiso de nadie, ambos eran inexpertos en el buceo. Terminaron muertos.

Después de haber descubierto lo que había detrás de la estadística del pepino de mar, cada que la actividad pesquera de Yucatán figuraba en los resultados finales, recordaba toda esta situación, pensaba en los hombres y mujeres que viven en esa realidad, en la que vale la pena arriesgarse, con la expectativa de lograr mil pesos diarios.

La semana pasada descubrí con sorpresa, que en el festival Ambulante 2016 se presentaría un cortometraje sobre el tema, titulado justamente 'Descompresión', dentro de un programa llamado 'Visiones desde la península'.


Tráiler Ambulante más allá "Visiones desde la península: Campeche y Yucatán" from AMBULANTE on Vimeo.

Sólo con el título supe de que trataba, y supe que tenía que verlo, quería acercarme más a esa realidad. Su exhibición se está realizando, gratuitamente, en la estación Zapata del Metro.

DESCOMPRESIÓN - TRAILER from Ambulante Más Allá on Vimeo.

Todos los cortos del programa son producto de las escuelas regionales de Ambulante, para impulsar la creación de cine documental entre los jóvenes. Aunque no sabía esto hasta que el pasado viernes vi el documental, al final del cual, se presentaron dos de sus realizadores.

Dos de los realizadores de 'Compresión' en la estación del Metro Zapata

Gracias al documental 'Descompresión', en no más de media hora, conocí un poco más de la realidad directa de los pescadores, más allá de lo que las noticias y las cifras me podían indicar, por ejemplo, supe que la pesca de pepino de mar se da en paralelo a la de pulpo y langosta, lo que explica también una de las estadísticas mostradas al principio. El trabajo realizado por estos jóvenes es muy bueno, hay un par de imágenes, debajo del agua, que nos ahogan. Aunque es un poco difícil entender a los pescadores, quizás por su entonación, y otro poco porque como lo vi en el metro y el ruido no ayudaba, pero la imagen, los rostros de las personas que salen a cuadro, también hablan, sin necesidad de palabras. Yo creo que el tema da para una largo documental.


FICHA TÉCNICA

  • FOTOGRAFÍA. Ari Hernández Paz, Amaury Marfil, María Tzuc Dzib, Víctor Rejón Cruz, Marco Martin Monforte
  • EDICIÓN. Danny Perera
  • SONIDO. Danny Perera, Pablo Fernández
  • GUIÓN. Víctor Rejón Cruz, María Tzuc Dzib
  • MÚSICA. Rodrigo Buenfil
  • PRODUCCIÓN. María Tzuc Dzib, Víctor Rejón Cruz
  • AÑO DE PRODUCCIÓN. 2015
  • COMPAÑÍAS PRODUCTORAS. Provinciano films

Tome nota, todavía tiene dos días para ver el documental



Entrevista a realizadores del documental Descompresión de Ambulante Más Allá from AMBULANTE on Vimeo.

Aunque hace diez años, investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas, IPN, La Paz, BCS, presentaban el dilema del pepino de mar en México, en una nota de La Jornada, apenas está cobrando la atención merecida. Haciendo un pequeño repaso hemerográfico quiero poner de relieve la importancia que tiene para la región. Pero antes quiero mencionar que casi todas mis fuentes son del diario La Jornada, más que nada por practicidad al momento de escribir este artículo.

En mayo de 2013, 75 personas fueron detenidas en Dzilam de Bravo en poder de 640 kilos de pepino de mar extraído ilegalmente. Les decomisaron sus equipos de pesca.

En el 2014 tan sólo se autorizó la pesca de pepino de mar a unos 2 mil pescadores yucatecos de apenas 12 comunidades porteñas, fijando un tope de 800 toneladas. Cuatro personas fallecieron por descompresión, al oriente de Mérida, por falta de experiencia.

En mayo de 2015, la CONAPESCA puso en operación un plan para la península de Yucatán, y en septiembre de 2015, el gobierno propuso a China un entendimiento para el comercio legal de pepino de mar. Sin embargo, ese mismo año, el periodo de captura de pepino de mar en Yucatán dejó 5 muertos, más otros 40 ingresados en hospitales con cámaras hiperbáricas, aunque en otra nota, se señalan hasta 500 pescadores con descompresión, además de múltiples enfrentamientos entre pescadores por la caza furtiva y para exigir una ampliación a la temporada. En abril de 2015, asaltaron una congeladora, robando aproximadamente 3.5 toneladas de pepino de mar.

Foto: Foto Luis Boffill para La Jornada

Para febrero de este año, se elevó tráfico ilegal de pepino de mar a China, Los especímenes que se envían hacia allá salen en buques por Ensenada, Baja California, vía San Diego; por tierra a Los Ángeles, en viaje directo; y de Tijuana en un vuelo que hay a China los viernes en la noche, o por Canadá, también en embarcaciones, según informa La Jornada.

De lunes a viernes trabajo con estadísticas, con los confiables números, pero eventualmente tenemos que encontrar alguna explicación o razón del comportamiento. Eso me llevó a conocer un situación impresionante, insospechada, como cualquier otra realidad.

El cine documental es experto en ello, es su labor presentarnos las situaciones a las que se enfrentan otros seres humanos, como nosotros, en su pedazo de planeta que les tocó vivir. Si está en el DF, y tiene tiempo, dese la oportunidad de mirar estas series de documentales, son gratis, bueno, casi, la entrada cuesta cinco pesos.


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