A María, que no lee este blog, nunca.
He visto tremendas cosas, y son tremendas porque no he visto nada en realidad. A veces la realidad puede ser tan plana, tan llana y lisa, sin un solo asidero que nos de sustancia real. Puede existir el sexo, el arte, la música e inclusive el amor, pero el ser humano tiene que enfrentarse al término de los ciclos, tiene que saber que no hay nada que sea un verdadero asidero, no existe nada que lo haga sostenerse en la realidad, porque por principio de cuentas la realidad es un fenómeno que esta en la mente, dicho de otro modo, la realidad no existe, es una mera interpretación.
He visto tremendas cosas, y son tremendas porque no he visto nada en realidad. A veces la realidad puede ser tan plana, tan llana y lisa, sin un solo asidero que nos de sustancia real. Puede existir el sexo, el arte, la música e inclusive el amor, pero el ser humano tiene que enfrentarse al término de los ciclos, tiene que saber que no hay nada que sea un verdadero asidero, no existe nada que lo haga sostenerse en la realidad, porque por principio de cuentas la realidad es un fenómeno que esta en la mente, dicho de otro modo, la realidad no existe, es una mera interpretación.
Pero por estas mismas palabras se han vertido otras miles, ya sea para apoyar, dilucidar, o de plano, negar el hecho. Y podemos construir ciudades y desarrollar toda una civilización con base en estas ideas, pero más allá de las discusiones, más allá de estas líneas, y de estas grafías, la realidad está ahí, frente a ti, saliendo en forma de luz por la superficie de tu pantalla; está ahí, en los dobleces de tu ropa, y en la saliva que da vueltas en tu boca. Pero eso también lo sabemos.
En realidad se trata de repetir clichés, de creer en los gurús; parecería que se trata de cerrar los ojos y de no esforzarse ante el hecho, entonces el ser humano se hace ovillo alrededor de eso que no entiende, lo erige en un problema, se enamora de él, le da vueltas, le huele, y poco a poco se simbiotizan. La gente no sabe ser feliz, eso es un hecho ineluctable, por supuesto esto es una abstracción demasiado general, pero es un hecho, no hay nadie que sea feliz, es como buscar un puñado limpio de semillas de mostaza.
¿Entonces dónde se tiende el puente?, ¿por qué si sabemos que esto no es real nos ha de afectar tanto?, quizás porque después de todo es real. Pero pensando a largo plazo, en ese largo plazo que decía Keynes, es decir, en la muerte, todo adquiere un tinte de chapuza, de chiste mal contado. En mi muerte nada de esto importará, no importará mi duda, ni mis amores, ni mis posesiones; no importará nada.
Me daré que cuenta que en realidad nunca tuve nada importante, que no había que llorar tanto por los muertos, que no había que pelear tanto con la pareja, que en realidad no era necesario comprar tantas cosas.
Solo importará haber sido conscientes de mis muertos cuando estuvieron vivos, haber sido consciente de mi amada, haber sido consciente de la significación de mis posesiones. Si, cualquiera que diga que empiezo a comerme a mi mismo está en lo correcto, se llama autofagia. Moebius habría estado muy orgulloso de que utilizara su anillo, de que comenzara a darle vueltas al asunto sin llegar a nada.
Aunque al final puede que sirva de consuelo.
Aunque al final puede que sirva de consuelo.
Comenzar en la nada un eterno reterno, morederse la cola por donde podamos expulsar el veneno. Vivir fuera del deseo, sin expectativas. Querer llegar a la felicidad para llegar a nada.
ResponderBorrarMe gustó tu post. Coincido contigo en muchas ideas que has publicado por acá. Es un gusto conocerte, aunque sea virtualmente.
Relyendo este post tuve una idea, espero no te moleste el que la ocupe para desarrollarla en mi blog. Saludos
ResponderBorrar¿y ha oído usted aquella canción de "la vida, la vida que es la vida y en tratar de entenderla se nos va la propia vida..." del Gran Silencio?
ResponderBorrarSí, ahora resulta que usted salió el Nietzsche Geométrico: el eterno retorno de la banda de Moëbius.
Pero recuerde que también hay un señor Escher: lo maravillos de la realidad es jugar con ella... mirar lo imposible...
Le mando un abrazote señor chiquitote... anímese que escribe cosas muy bellas.
FELIZ NAVIDAD:
La esponja al otro lado del espejo
Francisco: Muchas gracias por su comentario, a mi también me gusta leerlo, aunque no lo hago tanto como quisiera, en fin, perdona la respuesta tan tardía, espero que pueda encontrar lo que escribiste, y por supuesto que no me molesta.
ResponderBorrarEsponjita: Si, tiene toda la razón, cada vez que escucho esa canción siento las pedradas, duro, duro... pues ya van mejor las cosas, gracias por los anímos.