Al concluir su visita a este municipio, donde inauguró el hospital de especialidades Bicentenario de la Independencia, el michoacano caminó en medio de las vallas metálicas mientras se escuchaban algunas porras de ¡Felipe, Felipe!, provenientes de burócratas de la FSTSE.
Entonces la mujer aprovechó para llamar la atención del mandatario.
¡No le quites el trabajo a los mexicanos, dales más, por favor! Nos dejas sin comer y sin estudios a nuestros hijos. ¡Por favor, por favor, atiéndeme!, gritaba.
El Presidente se regresó y le preguntó dónde trabajaba.
Ella explicó que pedía empleo para su marido.
Calderón insistió en que dónde trabajaba.
En Luz y Fuerza, de manera cumplida y honesta, respondió Ramírez.
Puede trabajar si él lo decide, planteó el Presidente.
La mujer le reviró: sí, dele un trabajo aquí, yo vengo con él.
En ese momento el mandatario siguió su camino para abordar el helicóptero que lo llevaría de regreso a la residencia de Los Pinos.
Visto en La Jornada.
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