jueves, 12 de febrero de 2015

Muebles de madera de juguete, de Tlacolula, Oaxaca y Tehuacan, Puebla.

México, en esta palabra pueden caber muchas cosas, imaginerías de todo tipo; una de las clásicas tiene que ver con su arte popular, con sus artesanías y juguetes. Hoy les quiero mostrar uno de estos, aunque se trata de algo relativamente común: pequeños muebles de madera, muñecos de trapo y miniaturas de enseres de cocina, en resumen, cosas de casa de muñeca.


Todo aquel que haya ido a un mercado, a un tianguis, alguna vez habrá visto pequeños muebles de madera; estos varían en calidad, los hay desde muy detallados y barnizados, hasta unos armados con simples grapas y aglomerado de madera. Yo tenía ganas desde hace tiempo de conseguir unos, mi idea es (era?) hacer una miniatura de una ofrenda de Día de Muertos; había visto unos muy bonitos que vendía un señor afuera del metro Tacubaya, pero nunca llevaba dinero cuando lo veía, y después de un tiempo no volví verlo.


En mi reciente viaje a Oaxaca, fui al mercado de Tlacolula; es un bello lugar, todavía original, auténtico, sin rendirse al teatro para el turista; en él venden prácticamente de todo, desde productos industriales, hasta auténticas artesanías hechas por los mismos vendedores. Ahí es donde encontré el juego de la mesa y las sillas que llevaba tiempo buscando; su manufactura es sencilla, pero atiende los detalles pertinentes, cabe señalar que no tiene clavos, está ensamblada a presión, como dicen que era la buena carpintería antigua.


Un par de semanas después, fui a la Central de Abastos a realizar las compras de la semana, ya de salida, encontramos a un señor, él venía de Tehuacan, Puebla, vendiendo pequeñas mesas plegables y muebles en miniatura; de inmediato me atrapó la cama (con sus cómodas) y la cajonera... aunque en realidad no las necesitaba para armar mi pequeña ofrenda de Día de Muertos, pero por el precio, la calidad y la atención a los detalles, decidí comprarlos y no me arrepiento en absoluto.


Apenas llegué a la casa monté la improvisada habitación, pero alguien tenía que habitarla, así que traje dos pequeños muñecos de trapo que trajo de sus viajes mi esposa. El rancherito, viene de San Juan del Río, Querétaro, mientras que la muñequita, aunque es muy típica y se le puede encontrar prácticamente en cualquier plaza del país, viene de Chiapa de Corzo, Chiapas. Los pequeños sartenes son de cobre, y vienen de un mercado de artesanías de Uruapan, Michoacán.

Ahora tengo en mi casa otra casa más chica, bueno, no tanto, apenas es una habitación, espero no hacer mucho más grande esto; por lo pronto, tengo desde hace tiempo muchas más ollas y enseres de cocina miniatura, lo malo es que no tengo donde ponerlas, ahora siento que me hace falta una buena cocina...

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...